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Foto de archivo: Paolo Guerrero en el año 2000 |
Paolo Guerrero es conocido por sus goles pero también por su carácter temperamental.
No es extraño verlo en el campo quejándose con el árbitro por una mala decisión
o haciendo muecas, en señal de frustración consigo mismo por su desempeño en el
campo. Esta característica, que muchos vemos en la selección, ya se empezaba a
notar cuando el nueve de la blanquirroja militaba en las divisiones menores de
Alianza Lima. En este post, recordaremos
un episodio en especial en el que un joven Guerrero dio muestras de su temperamento
dentro del campo.
Era el año 1998. Paolo Guerrero, con 14 años de edad, disputaba un
encuentro para su club, Alianza Lima. Su equipo se imponía 1-0 en la cancha,
pero el delantero no se sentía a gusto. La suerte goleadora que siempre lo
había acompañado parecía haberlo abandonado de repente. Los goles no llegaban y
poco a poco, la frustración empezaba a apoderarse del joven jugador. Desde las
gradas, Julio García, entrenador de menores en el club blanquizaul, pero de una
categoría diferente a la de Guerrero, observaba al joven aliancista arremeter
contra el árbitro una y otra vez. Las protestas no tenían cuando parar.
Ya en el segundo tiempo, el técnico de Paolo decidió que era hora de
sacarlo del partido. El cuarto árbitro levanta el cartel con el número de
Guerrero, indicando el cambio. Sin embargo, el joven delantero se rehusó a
salir de la cancha. Durante algunos minutos, se hizo el desentendido,
provocando la molestia de su propio entrenador. Finalmente, a regañadientes,
Guerrero accedió a salir del campo, pero no dejó de reprochar al técnico por
su decisión. Enfadado, se sacó la camiseta y la lanzó junto al arco, mientras
se dirigía al camarín. García, que había presenciado el berrinche de Guerrero,
decidió acercársele para llamarle la atención. La presencia del entrenador hizo
que Paolo reaccionara. Avergonzado, recogió su camiseta y se la volvió a poner.
García entonces le recordó que un jugador de sus condiciones no podía mostrar
un comportamiento así, y que por lo tanto debía regresar al banco para pedir
disculpas a su entrenador. Guerrero accedió inmediatamente y se acercó a su
entrenador para pedirle disculpas.
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